domingo, 25 de noviembre de 2007

Otro calentamiento más .... Cambio Climático II



Como se que en pocos días lo periodistas van a inundar los periódicos de noticias y desatinos sobre el cambio climático (CC) …. Pues hemos decidido dar en le blog algunos elementos para ayudaros a juzgar mejor lo que oigáis. Como supongo que imaginareis, el que más preparado está para afrontar el CC de nuestra familia es Ramses, porque por su densa capa de pelo puede afrontar tanto fríos como calores sin mayores preocupaciones, aunque quizás lo de la subida del nivel del mar lo lleve peor. En fin, mal que me pese creo que tenemos un gran problema, pero como todos los problemas en esta vida hay que afrontarlo con optimismo. La comunidad científica ha recolectado tantas evidencias de que este problema esta causado en gran medida por nuestra querida humanidad y su mal entendido estado de bienestar, que hasta nuestro amigo B. esta “acollonat”. Y todo ello porque ante nuestro desatino, somos los que más tenemos que perder.

Hoy sabemos que la temperatura media global ha aumentado desde la revolución industrial casi un grado centígrado (0,7 ºC), y que ello se debe a un aumento de los llamados gases de efecto invernadero (GEIs), de los que el dióxido de carbono (CO2) que resulta de los procesos de combustión es uno de los más importantes. Para que os hagáis una idea su concentración en la atmósfera en los últimos 4 a 6 periodos glaciares-interglaciares ha oscilado entre las 180 y 280 ppm en la atmósfera, ya tenemos más de 350 ppm en nuestra atmósfera. El CO2 se produce sobre todo como un gas residuo en los procesos de combustión, procesos en los que se basa la producción energética de nuestras sociedades. En la antigüedad, se quemaba madera para cocinar, calentarnos etc., después basamos la producción de energía en la combustión de los llamados combustibles fósiles. Estos son reservas de carbono resultantes de la fijación del CO2 de la atmósfera que se almacenaron a lo largo de millones de años. Nosotros en un par de siglos hemos devuelto a la atmósfera grandes cantidades de este carbono en forma de CO2.

Las predicciones más optimistas nos auguran que lo que ya estamos viendo, como: veranos más calurosos (recordad el 2003), inviernos más cortos, inundaciones más frecuentes, sequías seguidas de incendios forestales, etc.) son sólo la punta de un iceberg que puede emerger más o menos en función de lo que hagamos todos. Si, todos, porque todos podemos y debemos hacer algo. A esto de hacer algo, se le llama mitigación; pero como ya estamos sufriendo los impactos también deberemos pensar en adaptarnos a los cambios que ya sabemos van a ocurrir. Y todo eso, mucho me temo, implica un esfuerzo económico considerable.

Como ciudadanos tenemos la obligación moral de contribuir individualmente, porque la suma de los esfuerzos individuales de millones de ciudadanos en el mundo, en este caso si son efectivos. Somos los individuos, en última instancia, los que consumimos energía y productos en los que se ha invertido energía para producirlos. Gestos como: apagar las luces, mantener las temperaturas en verano e invierno a unos 21 ºC en nuestras casas y trabajos (en lugar de llevar suéter en verano y camiseta de tirantes en invierno), coger la bici en lugar del coche para trayectos cortos o utilizar el transporte público, sustituir las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo (80 veces más eficientes), procurar que nuestras casas estén bien aisladas, utilizar la energía solar en la medida de lo posible, etc. Todas estas pequeñas cosas dependen de nosotros, porque son elecciones que hacemos en nuestra vida diaria, pero imaginad que si cada ciudadano al año haciendo estas pequeñas cosas puede ahorrar energía que equivale a varías toneladas de CO2 emitido a la atmósfera (para que os hagáis una idea un americano emite al año más de 12 toneladas de CO2, mientras que en un país subdesarrollado se emiten en la mayoría de los casos menos de 3 toneladas de CO2 per capita que en gran medida vienen por ejemplo en África de la quema de madera que es un combustible que se considera renovable.

Nos gustaría que reflexionareis sobre este tema, y para ello os proponemos las siguientes preguntas:
- ¿Qué creéis que podríais hacer para reducir vuestra aportación individual al CC?
- ¿Os importaría pagar más por una energía más limpia?

1 comentario:

Olga dijo...

La verdad es que lo de pagar más siempre nos cuesta. Aunque sea por una energía más limpia. Sin embargo, creo que es la mejor forma de invertir a través de nuestro gasto.
Todo lo que has comentado como acciones para reducir la contaminación, a nivel individual, has sido tomadas en consideración. Y algunas, como mejorar el aislamiento, está en proceso. Pero cuesta luchar contra la inercia.