Vacaciones Navideñas (II). Retorno a las Germanias.

Creíais que no os contaría la segunda parte de las vacaciones…. Pues no os vais a librar. Una vez sanos y salvos “todos”, aunque sin “valija” en Alemania, con un gran cabreo y consiguiente rapapolvo de la Diosa por cabrearme …. total solo había gritado pataleado y casi arrancado un teléfono del mostrador de la compañía aérea hasta que apareció un amable “aeromoza” que no se enteraba de nada…., pudimos por fin salir del aeropuerto. Tras tanto stress, los tres (la Diosa, y nuestros dos queridos invitados navideños) salieron disparados a fumar mientras el Faraón y yo corríamos a buscar un “carruaje” (llamado aquí “Taxi”, pero como llamarías vosotras a un Mercedes enorme como el de la bodas de quiero y no puedo, y además de color crema…).

Nos apretujamos en tan incomodo transporte, que ya me diréis como pueden meterse tres personas, una diosa y un Faraón con todas sus valijas (bueno menos una)…. Y mira que miramos implorantes al próximo que era una furgoneta… pero nada, el orden es el orden en las Germanías. Hacía un frío que pelaba, cosa que corroboró nuestro coche cuando, tras un viaje de persecución tipo French Conexion por las obscuras autovías alemanas en el carruaje-taxi….., no le dio la gana ponerse en marcha. Cuando ya nos veíamos durmiendo a la intemperie, un amable caballero al que acorralamos en el aparcamiento al ver que contaba con una furgoneta de cierta potencia…, nos ayudo a arrancarlo.

Tras esta breve introducción de nuestro viaje … llegamos a casa donde pudimos descansar… NO, nos fuimos al METRO y al IKEA! …. Excusa cargar la batería del coche… pero que mejor medicina para descargar la mala leche que un atraco a mano armada a la tarjeta de crédito.
Continuara…